Diseñamos y realizamos evaluaciones de forma rigurosa y colaborativa para responder a preguntas críticas sobre qué funciona, qué no y, lo más importante, por qué. Podemos integrar el uso experto de la ciencia del comportamiento, el pensamiento sistémico, el aprendizaje adaptativo y el análisis económico para elaborar recomendaciones que mejoren el diseño, el rendimiento y, sobre todo, la rentabilidad de las políticas públicas.
Muchos de nuestros consultores han trabajado en organismos públicos. Hablamos el lenguaje de las partes interesadas y comprendemos los sistemas en los que operan. Adaptamos las herramientas a las necesidades específicas de cada cliente y elaboramos informes efectivos para los responsables de la toma de decisiones. Esto garantiza que nuestros clientes puedan relacionar los resultados de la evaluación con la agenda más amplia del gobierno u organización, y que cuenten con los recursos y la confianza necesarios para generar la aceptación que facilite la implementación de cambios.
Nos gusta trabajar en los entornos operativos más complejos. Nuestros equipos también cuentan con amplia experiencia en la mejora de sistemas de datos deficientes y en la gestión de negociaciones complejas con las partes interesadas para lograr mejores resultados.
Nuestra división de evaluación de programas incluye un equipo especializado en Seguimiento, Evaluación y Aprendizaje (MEL, según sus siglas en inglés), que opera a escala internacional.
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