El IX Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, presentado en noviembre de 2025 por Cáritas Española y la Fundación FOESSA, constituye uno de los estudios sociológicos más relevantes del país. Se basa en la sexta Encuesta sobre Integración y Necesidades Sociales (EINSFOESSA), realizada en el primer semestre de 2024.
Verian ha tenido el privilegio de realizar el trabajo de campo de esta importante investigación, que ofrece una mirada multidimensional sobre la realidad social española. Se llevaron a cabo más de 12.000 entrevistas personales (CAPI) en hogares de todo el territorio nacional, recogiendo información de más de 31.000 personas. Este esfuerzo ha permitido construir una base de datos rigurosa y representativa, clave para el análisis posterior.
El informe ha sido elaborado por 140 investigadores de 51 universidades, centros de investigación, fundaciones y entidades del Tercer Sector. Además del estudio nacional, se han desarrollado 22 informes territoriales que incluyen resultados detallados de las distintas comunidades autónomas, las ciudades de Ceuta, Melilla, Ibiza y Albacete, y la Diócesis de Barcelona.
Principales conclusiones
El IX Informe FOESSA revela que la exclusión social en España no es fruto de la pasividad individual, sino de un sistema que falla en ofrecer oportunidades reales de inclusión.
A pesar de los esfuerzos de las personas por salir adelante, se enfrentan a barreras estructurales que perpetúan la desigualdad: la inaccesibilidad de la vivienda, la precariedad del empleo, un nivel educativo insuficiente, el deterioro de la salud y la falta de redes sociales, están empujando a millones de personas a situaciones de vulnerabilidad.
Además, la exclusión afecta de forma más intensa a mujeres, jóvenes, menores y personas migrantes, y se agrava por la crisis ecológica y el creciente individualismo.
- La clase media se reduce, desplazando a muchas familias hacia situaciones de vulnerabilidad. Esto está provocando una fragmentación social sin precedentes.
- La exclusión social severa afecta ya a 4,3 millones de personas, un 52 % más que en 2007.
- Se ha identificado a la vivienda y el empleo como los principales motores de la exclusión. El acceso a una vivienda digna y a un empleo estable sigue siendo muy difícil para muchas personas. El 45 % de quienes viven de alquiler están en riesgo de pobreza, lo que muestra cómo el mercado de la vivienda está contribuyendo a la desigualdad. Por otra parte, el empleo ha perdido su capacidad protectora: el 47,5 % de la población activa (11,5 millones de personas) sufre precariedad laboral.
- La desigualdad se mantiene como una característica estructural. España sigue siendo uno de los países más desiguales de Europa. Esta desigualdad no es coyuntural, sino que forma parte del sistema.
- El informe confirma que la pobreza y la exclusión se transmiten entre generaciones. Los hijos de personas con bajo nivel educativo tienen más del doble de probabilidades de caer en pobreza que los de progenitores con estudios superiores, y, si una persona no supera la ESO, su riesgo de exclusión severa se multiplica por 2,7.
El IX Informe FOESSA, basado en los datos recopilados por Verian, se plantea como un instrumento para identificar las palancas necesarias que sitúen la justicia social y el bien común en el centro del proyecto colectivo del país: no basta con atender los síntomas de la exclusión, sino que hay que actuar sobre las causas estructurales que la generan y perpetúan. Como ejemplo:
- Es necesario avanzar hacia políticas que entiendan que vivienda, empleo, salud, educación y relaciones sociales están profundamente conectadas, no se puede abordar la exclusión desde compartimentos estancos. Por ejemplo, mejorar el acceso a la vivienda no tendrá impacto real si no se acompaña de empleos estables y servicios públicos que funcionen.
- También se hace evidente la urgencia de reforzar los servicios públicos, especialmente en salud mental, atención primaria, educación postobligatoria y acceso a vivienda, ámbitos donde las carencias están afectando directamente a las personas más vulnerables. Como ejemplo, el informe señala que el 6 % de las familias vulnerables con enfermedades graves no recibió atención médica (el doble que en el conjunto de la sociedad), y que los diagnósticos de ansiedad y depresión se duplican entre quienes viven en exclusión severa.
- La precariedad laboral, que afecta a millones de personas, debe dejar de ser la norma. Hay que apoyar especialmente a jóvenes y mujeres, que son quienes más sufren la inestabilidad; los jóvenes acceden a su primer empleo con peores condiciones y salarios hasta un 30 % más bajos que generaciones anteriores.
- El informe también pone el foco en las familias vulnerables, como las monoparentales, donde la exclusión ha pasado del 12 % al 29 % desde 2007, o aquellas en situación administrativa irregular, que sufren tasas de exclusión de hasta el 68 %, que necesitan medidas específicas que reconozcan sus dificultades y les ofrezcan vías reales de inclusión.
- Otro aspecto clave es reconstruir el tejido social: el aislamiento (la ausencia de una red de relaciones) entre personas en exclusión severa se ha quintuplicado en seis años, por lo que las redes comunitarias, vecinales y familiares son fundamentales para revertir la exclusión, y deben fortalecerse desde las políticas públicas.
- En cuanto al modelo ecológico, se plantea la necesidad de una transición justa: no se puede avanzar en sostenibilidad dejando atrás a quienes ya viven en vulnerabilidad energética. Además, es urgente reducir el impacto ambiental de los hogares con mayores ingresos, que consumen hasta cuatro veces más en transporte privado y 3 veces más energía residencial que los de menores ingresos, y que son, por tanto, los que más consumen y contaminan.
- Por último, el informe invita a cambiar el enfoque cultural: frente al individualismo y la lógica del “sálvese quien pueda”, se propone poner en el centro el cuidado mutuo y el entorno, pasar del bienestar entendido como consumo individual al “biencuidar”, una idea que reconoce nuestra interdependencia y la necesidad de construir una sociedad más justa, sostenible y cohesionada.
Impacto de los resultados:
El informe busca ser una herramienta para la transformación social. Sus resultados deberían servir como punto de partida para repensar cómo se diseñan las políticas públicas y sociales en España.
Los informes territoriales permitirán adaptar el diagnóstico general a las realidades específicas de cada comunidad autónoma, ciudad o territorio, y se espera que sirvan para orientar políticas públicas más ajustadas a cada contexto.
FOESSA también pone a disposición los datos del estudio para que puedan ser explotados por investigadores, entidades sociales y administraciones públicas, con el fin de profundizar en el análisis y diseñar intervenciones más eficaces.
Desde Verian nos sentimos orgullosos de haber contribuido a este proyecto con la calidad y el rigor que nos caracteriza. Este estudio no solo aporta datos, sino que ofrece claves para transformar la sociedad hacia un modelo más justo, inclusivo y sostenible.
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